Como artista visual, la fotografía me permite de abordar mis imágenes como un proyecto; cada obra tiene su estrategia y es el tema el que determina la expresión de su poesía. De hecho, mi objetivo es de preparar una sinfonía visual, en mi opinión… «El arte es el pretexto ya que la fotografía, la escritura y la pintura son extremadamente solitarios y deberían compartirse más a menudo como una pasión. «
Cada creación conlleva una emoción en algún lugar transmiten un sentimiento, un espíritu, una manera de ver nuestro entorno. Un artista no es una profesión… ¡es una forma de ser! Mis creaciones son una extensión que permiten mi expresión pictórica, es una forma de hablar, la manifestación artística ha sido parte integral de mi vida.
A menudo relacionamos una persona refinada con el tener buen gusto, mientras alguien menos exigente o sofisticado en sus elecciones puede ser considerado de tener mal gusto. Sin embargo, es importante de no olvidar que las cuestiones de gusto pueden ser subjetivas y variar de una persona a otra.
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Habitualmente, se considera que una persona con gusto y refinada si tiene una comprensión y aprecio por la estética, la calidad y la elegancia. Pueden sobre salir en el arte, la moda, el diseño, la literatura, la música u otras formas de expresión artísticas o simplemente creativas. Las personas refinadas a menudo toman decisiones reflexivas y consideradas en sus preferencias, y tienden a tener un sentido de equilibrio, armonía y atención al detalle.
¿Es que el sabor o el gusto pueden ser educados y refinados? hasta cierto punto si pero no hay que olvidar que al margen del talento, con la edad y la madurez nuestros gustos evolucionan. Si bien, el gusto personal está influenciado por varios factores, como la educación, los antecedentes culturales, las experiencias individuales y también está sujeto a la exposición y el aprendizaje. Al interactuar activamente con diferentes formas de arte, literatura, música y diseño, se puede ampliar el horizonte y desarrollar un ojo más exigente, más o menos como un tipo de educación continua.
Mientras, alguien con mal gusto puede ser percibido como mal educado, carente de sensibilidad estética o tomando decisiones que se consideran toscas, sin refinamiento. Esto no significa necesariamente que carezcan de encéfalo o sean deficientes de talento, visto que las preferencias no necesariamente se alinean con las nociones o reglas del arte social o dentro un contexto cultural determinado.
Aparte del talento el hecho de exponerse a diferentes expresiones artísticas, estudiar las obras de artistas y diseñadores de renombre, asistir a exposiciones o representaciones, leer literatura y participar en debates críticos puede contribuir a una mejor comprensión y cultivo del gusto. Además, observar y aprender de las preferencias y perspectivas de otras personas o especialistas puede proporcionarnos información valiosa y ayudar a refinar nuestro propio gusto.
No obstante, es importante de reconocer que el gusto es subjetivo, y lo que encontramos atractivo no necesariamente es percibido de la misma manera por otra persona.
La apertura es de explorar y apreciar diferentes perspectivas y estilos. Refinarse o depurar el gusto es de desarrollar una comprensión y apreciación de los elementos artísticos, culturales y estéticos que resuenan con nuestro propio interior. Al final de todo, es extremamente difícil de agradar a todos, lo esencial es considerar a las diferentes tendencias con respeto y no olvidar que “con gustos se rompen géneros”, cada individuo tiene el derecho de sus antecedentes, preferencias y valores.
Carlos R. Martinez C. 