Carlos R. Martinez C.

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BREVES ESTIGMAS & EMIGRACIÓN

En nuestros días en los medios de comunicación y en el discurso público, básicamente cuando hablamos del desafío del fenómeno complejo de la emigración, lo hacemos mayormente en términos económicos o de refugio político. Tiene su valor, pero reducir este fenómeno a estas variables es pasar por alto muchas cosas. A decir verdad es recordar que la emigración es un fenómeno tan viejo como la propia humanidad, de hecho con las redes sociales y la tecnología de la información asistimos en directo al drama y las Odiseas de la humanidad, sin olvidar que aún en busca de mejor porvenir también hay desplazamientos locales hacia urbes que no necesariamente equivalen a un ideal destino, de la misma manera para alcanzar un supuesto mejor futuro en Europa la problemática extrema de la navegación en botes de fortuna con personas vulnerables que dejan su existencia, así mismo, en nuestro continente, miles de migrantes atraviesan el golfo del Darien afrontando peligros extremos, recorriendo selvas, desiertos y traficantes sin escrúpulos para mas tarde encontrarse ante fronteras inhóspitas en Norteamérica.

Isla de las Magdalenas, Quebec, Canada – Fotografía Carlos R. Martinez ©

Entre otras illusionnes en busca de sueños y mejores condiciones de vida, experimentas frustración, ¿Cómo cambias de país sin negarte a ti mismo? Esta es la gran pregunta a la que no tengo respuesta. Si todo va bien y tienes suerte y el coraje de llegar a buen puerto sano y a salvo, eventualmente, la adaptación a otra cultura con valores distintos e idioma puede sobrecargar la pena y el abandono, un sentimiento que cabe desvanecer con el tiempo, pero lentamente.

A título de paradoja, un zancudo en su alegre vuelo vampirea un añejo chapín e ignora que lo mataran de un sopapo 😉 que me encanta el humor Guatemalteco, nuestro folklore (filosofía y conocimiento), de lo que somos, e incluso de lo que no somos, un rasgo de los chapines que tendemos a prescindir todo como algo adquirido.

Lago Atitlan, departamento de Sololá, Guatemala, C. À. – Fotografía Carlos R. Martinez ©

Me refiero al sentimiento casi generalizado en nuestras soleadas latitudes donde colectivamente nos percibimos no tan demasiado estúpidos, no tan excesivamente bélicos, no tan demasiado retrógrados, generalmente «vive y déjame en paz»: efectivamente cuando nos comparamos, nos consolamos que no estamos tan mal, de algo tenemos que sentirnos orgullosos.

Pero cuando leo las actualidades y me informo, raras veces se véhicula algo positivo, y suele habitarnos un cierto deshonor, sentimiento que no engaña cuando lo sientes, él nos priva del orgullo de pertenencia de nuestro propio lugar ¿porque irte del lugar que té vio nacer?. No obstante de su inestabilidad socioeconómica así como de su privilegiado entorno natural cuando visito Guatemala, admito que continuo seguir sufriendo casi una dolencia del desertor.

Volcanes y ciudad capital de Guatemala, C. À. – Fotografía Carlos R. Martinez ©

Chapinlandia con su idílico cielo azul y paisaje posee miles bellezas, lugar donde nos sentimos como un “gourmé” que a descubierto los tamales, el guacamole y el atol de elote. En fin, si no hay marimba aunque la chirimía llore con algo tenemos que olvidarnos y disfrutar el tiempo…. Sino vamos para la iglesia a somatarce el pecho.

Nunca tuve la intención de irme. Si lo hice no fue porque estaba negando a mi país, solo estaba tratando de escapar a una época represiva y sin futuro de los años 70 donde la crisis llevo incluso a cerrar la facultad de Arquitectura. https://soymigrante.com/arquitectura-paisajista-florecio-con-carlos-martinez-en-el-frio-de-canada/

¿Cómo cuantificas esa dignidad? ¿cómo se mide esa «charada«? A menos que inventes un parámetro, digamos la disminución de la pobreza o el incremento del medio ambiente, el número de analfabetos por millón de habitantes, una sociedad modelo más incluyente y justa, sin armas, sin maras, con dirigentes responsables y exentos de demagogias.

En mis primeros años de migración sufrí la nostalgia y el síndrome del transfuga, un signo, un stigma del que pocas veces parlamentamos con franqueza ¿Puede lo que era una vergüenza convertirse en autoestima ?, ¿No siempre, entonces que?, porque ahora sera motivo de orgullo… porque es un sentimiento que creí abandonar, aún sin mi, los hechos siempre están ahí, es de ahí donde vengo, es mi debilidad e irónicamente mi fuerza, es la tierra que me vio nacer, en la que por primera vez me tropecé y aprendí mis primeros pasos. Pero con toda naturalidad todavía no he llegado al punto de asumirlo sin pensarlo. Sin fingir locura ¿Sera posible transformar la tristeza y la deserción de tu país, de tu familia, de tus amigos, de tu alambicada cultura, de tu orgullo, de tu origen? “desconocerlo seguirá siendo un callejón sin salida.”

¿Me voy o no me voy?, Lachine, Quebec, Canada – Fotografía Carlos R. Martinez ©

“En toda esta breve historia lo que encuentro fascinante es el brinco hacia lo desconocido, sin negar el aporte de mis padres, según sus modestos medios, ellos siempre me impulsaron a ir más lejos, educándome y estimulándome, culturalmente y políticamente. Ciertamente, una migración viene desde dentro, una búsqueda de mejorar tu vida, un tipo de revolución interior. Así lo siento. Como un viaje de una a otra vertiente, con todos los afectos, trastornos e impacto que eso puede generar… así muchos conciudadanos migran buscando mejor futuro por ende una contrariedad y perdida para nuestro propio país

Mientras que actualmente con el desafío migratorio por la atracción que ejercen países con mejores recursos, acá en Canada se debate sobre el número aceptable de inmigrantes y la complejidad de crear nuevas estructuras de acogida eficaces, no se debe olvidar el paso obligatorio que debe atravesar el inmigrante y las lágrimas que lleva consigo. Y, sobre todo, a la hora de acoger a los recién llegados no subestimar los limites, la grandeza y la generosidad del Canadá así ahora desafortunadamente el país se ve en la necesidad de restringir las cuotas de inmigración por la crisis de vivienda y la reducción de la capacidad adquisitiva del país.

Islas de la Magdalena, Quebec, Canada – Fotografía Carlos R. Martinez ©

Si algo es mi deseo es quienes leen estas líneas –empezando por mis mis propios hijos y conciudadanos – que vean destellos de esperanza en los intersticios del recorrido de la historia. “Es por las grietas que la luz pasa en la oscuridad”. Creo que hay muchas esperanzas y energía en esta reflexione de Leonard Cohen.

Pierre Nepveu (escritor y poeta quebequés) nos interpela con la pregunta ¿es que pertenecemos a un territorio? Y nos recuerda que el territorio no nos pertenece. Es todo lo contrario: nosotros somos los que le pertenecemos. Y el territorio puede recuperar sus derechos en cualquier momento, como lo ha demostrado sobradamente el cambio climático desde hace varios años.
El hombre está atravesando un territorio que ya existía antes que él y que le sobrevivirá. Un territorio no puede definirse únicamente por la segmentación de quién vive allí o tiene derecho a vivir allí, sino más bien por la noción de que varios humanos pisan un espacio definido que los acoge y cuya protección deben garantizar colectivamente. Esto es lo que las naciones indígenas han entendido desde hace mucho tiempo, añade.

Mientras más lo medito, siento la afección en mi interior y espero que mi modesto aporte halla podido beneficiar alguien. Aclaro y lo deseo, que éste no es un proceso de juicio, sino una deliberación sociológica mezclada con amor. Porque estoy convencido de que en cada uno de nosotros, independientemente de nuestro origen, de nuestra región, de nuestras convicciones, profesión, clase social, posee un componente universal, una parte de lo colectivo, una parte de humanidad.

En algún lugar todos somos extranjeros, es en ese preciso momento que me complace abandonarme en la naturaleza, ahí, verifico mi brújula. Respiro los grandes espacios, allí me cobijo, en la belleza de sus paisajes, en la fuerza de los cambios climáticos que me recuerdan que no soy nada … entonces mis entrañas acceden a los senderos de mi propia soledad, mis verdaderos sueños que no son necesariamente los que había soñado.

El barrilete y la familia, Rio Dulce, Dpto. de Izabel, Guatemala, C. À. – Fotografía Carlos R. Martinez ©

En aquellos esfuerzos de ayer que bien valieron la pena y en estos años en que la reflexión me interpela en las pequeñas satisfacciones, no veo más el cielo de la misma manera. Cuando advierto las flores, el bosque, la vida, ya nada es la mismo. Solo sé que en mi corazón siento gratitud por Quebec y mi amor incondicional por Guatemala y con todos aquellos que de alguna manera me han puesto su ombro. En este hermoso sendero de toda una vida, en los recuerdos escondidos de lo más profundo de mi ser, en las memorias que hoy preservo como piedras preciosas, allí en esa fuerza maravillosa y silenciosa de la naturaleza y del Cosmos ¿Como sera posible de deambular indiferente al lado de un estupendo crepúsculo?….. no puedo negar que ya nada es igual y solo sé que una fracción de mi mismo siempre se negara a morir, ella se quedo en mi Guatemala.

Carlos R. Martinez ©

Sueña en la certeza…

Por aquel camino verde frente a una ornamentada puerta dorada en medio de la nada se encuentran una ranita y un niño de arcilla.

De hecho, el lugar es increíble, plantado en una escarpa junto a la costa donde aún habita Gucamatz (el dios de los mares). Cuando la costa es azotada por tormentas tropicales como solía ocurrir en el tiempo de Tatalapo, el vigoroso viento hace bailar los pastizales y temblar los hombres de maíz y algodón.

El valle de los colosos volcanes, Fraijanes, Guatemala, Centro América. Fotografía tomada desde la propiedad de mis queridos amigos Portillo. Carlos R. Martinez ©

Es el infinito paraíso de cielos azules, del reino del dios Tepeu, es un paisaje manchado por los retozos de colosos volcanes que colorean el espacio de abstracciones y fugaces ardientes pinceladas.

Una inscripción en el arco del portal advierte que es mejor no avanzar más. Es por donde el Cadejo, cauteloso, se contenta con observar, escondido a través de los matorrales, un pilar, una gran estela, bajo la cual se mueven extrañas lucernas. Y entonces, abruptamente, llegan del paraíso cientos, miles de serpientes emplumadas color verde y rojo vivo, rodeando a la bestia, atacándola, sí, sí, prácticamente enterrándola así mismo derribando el dorado portal.

El Quetzal indignado¡ Todas las obras del creador encabezando por las palomas blancas, han inspirado la simbólica de la paz, la liturgia espiritual y libertad, análogamente estas mitologías las hemos disfrazado con lirismos y ambiciones que nada tienen que ver. Acrílico sobre papel, 16×20 pouces (406x508cm)

Sentado en el cerrito del Carmen, tuve un pensamiento confuso sobre la ancestral idónea vida, y me pregunte: “¿Es que debo estar soñando?. “

No era la primera vez que pensaba fantasear en lo que me sucedía, de hecho cualquiera que conozca un poco la escarpa de la costa sur, debe haber llegado a la misma conclusión al ver un fantasmagórico tren casi vacío a toda velocidad sobre un mar plano, o avistado por la pequeña doncella Xquic; corriendo en la cresta de una enorme ola, animada por su amor de Morphos azules, pequeñas mariposas que jamás pudo atrapar, casi como un largometraje de poemas, de estallidos de fuegos, el de ráfagas de cohetes, una infancia redescubierta de estrellas.

Los héroes no siempre están lejos de sus propios demonios.. ¿No es así San Sinon ? Photo transparencia Carlos R. Martinez ©

Las criaturas estaban excitadas como abejas entorno del panal, encantadas en la escena inicial. Alardeaban con sus movimientos suaves y elegantes el Danubio Azul de Strauss, un ballet de bicolores golondrinas mientras como un ángel que abandona su guarida emerge un gracioso colibrí, danza con su gracioso vuelo…ronroneando sus alas, degustando el nectar de perfumadas coloridas flores. Imágenes surrealistas, que irradian verdad, una contradicción sólo en apariencia que posteriormente se encuentran felizmente en todos los narrativos, los más emocionalmente preciosos que la naturaleza produce.

Buena Vista, rio Dulce, Depto. de Izabal, Guatemala, América Central. Es difícil de proteger lo que no se ama y no se puede amar lo que no se conoce, Guatemala; es un rústico diamante de belleza oculta, su alma aún continua dormida….
Carlos R. Martinez ©

Aludo la frustración ante la crisis ambiental, el amor por la naturaleza, la preocupación por este mundo a la deriva, el coraje moral y el auto sacrificio. Con algunas excepciones, los héroes del mañana, en la actualidad, pienso en la joven activista medioambiental Greta Thunberg , (sueca de apenas unos 20 años, comprometida desde niña contra el calentamiento global) los niños o adolescentes que luchan contra la obligación de crecer en un mundo que no eligieron y que necesita desesperadamente amor. Ellos deberán afrontar los límites de sus capacidades y esa pregunta que tantas grandes bellas historias plantean: ¿qué puedo hacer con las que me han regalado?

Encuentran respuestas, sus respuestas, con los medios de niños y jóvenes.

Todas ellas son, a su manera, pequeñas joyas incorruptibles, hechas de materia extremadamente densa y concentrada. En la obscuridad grandes ojos brillan del mismo fuego que el Cadejo, la misma determinación: quieren hacer lo correcto. Ya sea en bosques poblados de demonios, de extraños Sombrerones o en su subconsciente, incluso cuando se sienten perdidos, saben adónde van, aún en la mitologías de pueblos mantienen su rumbo; sobre los rieles; como la bola de fuego que no desea apagarse antes de llegar a la 12 calle.

Son, en esto, Nahualts mucho más puros que las fuerzas por las que luchan, espíritus de la naturaleza y dueños del tiempo que existen más allá de la moralidad, un disfraz de camisola de fuerza de un cineasta que puede romperte el corazón, la imagen de una flotilla de zancudos al atardecer que hace una declaración moral y filosófica de absoluta coherencia, suspendidos sobre un bosque con un cuerpo translúcido de aguijones y la cabeza cortada de la Siguanaba portada por sus manos. Carlos R. Martinez ©

En cuanto a los antagonistas, siempre hay alguno por ahí, en su mayor parte no son tanto villanos como adultos que han perdido de vista lo esencial. Las dunas salpicadas de malas hierbas y los aforismos del Principito (Novela corta de Antoine de Saint-Exupéry) nunca están muy lejos. Por todo esto, retozan diversas criaturas benévolas, cenizas simpáticas, prehistorias enormes, espantapájaros saltarines y espíritus del San Simon, suficientes para llenar entera la casa de curanderas y adorables derivados peluches (hasta los más puros gladiadores acaban capitulando ante el desenfrenado demonio del capitalismo 😦 :-(.

Por lo tanto el encanto de la cosmovisión no se desvanece, al menos no en mi experiencia, ni obviamente en mis raíces, que regularmente escriben y abordan la luz con bordados de pintura o en solitario, siempre tratando encontrar la misma felicidad;

Nuestras pequeñas mitologías con sus traviesas Ixmucanes, sus bebés gigantes transformados en legendarios jaguares, en el silencio del vuelo de majestuosos tecolotes, para que no sea un canto final trágico de quienes mueren en el monte por defender su amor de los prejuicios de clases, todas estas historias de la loca crisis climática que nos asecha y el incierto equilibrio del país de la eterna primavera, él que da sentido a lo que es crecer y somos.

Imaginemos una descripción aproximada de como alguien que sueña profundamente, apuntando al objetivo sin alcanzarlo. El sujeto es demasiado grande “pues”… para tumbarlo. Tendrás que caminar “Por el camino verde” para poderlo valorarlo.

¿Pour donde comenzar o terminar?

De todo un poco…

Semillas” 2018, Cerámica de anuxe.blogspot.com – Fotomontaje Carlos R. Martinez ©

Sostengo que este es mi diario recorrido y no una crónica; me he amparado en las artes visuales, la lectura, la escritura y la curiosidad que siempre ha incentivado mi creatividad, en algún lugar para abordar la comprensión de mi entorno y búsqueda de mi mismo, todo ello ha contribuido un cierto sentido en mi discernimiento y aspirar lo que soy.

Dos grandes preceptos guían mi existencia, uno atribuido a Jesús y el otro a Sócrates: “Amaos los unos a los otros” y “Conócete a ti mismo”. Lo que más necesita la humanidad es amarse a si misma, ¡No en tal que pareja! hablo de amor, el amor entre humanos. […] Es necesario de recordar que estuvimos dos años y medio encerrados y en algún lugar descubrimos nuestra propia soledad, ella no ha sido única, tampoco temporaria, es una realidad existencial a la que hemos tenido que adaptarnos. En mis pensamientos las personas que amo nunca están muy lejos. Entonces trato de rememorarlo, para no olvidarlo.

Lo sé, lo sé, estoy consiente con los discursos del tipo “antes era mejor…”. Quizás la tierra funcionaba mejor en Paleolítico, ja, ja, ja; me es difícil imaginarme en la piel de un Oculudentxavis (pequeño lagarto de la prehistoria) antes de servir de boquita a un espeluznante Tyrannosaurus rex. Frecuentemente nos entorpecemos en bellos ideales hasta que la realidad nos atrapa, reescribimos la historia, nos refugiamos en la nostalgia en un oasis que jamas existió. Hoy apercibimos el regreso de la dura extrema derecha y totalitaria. La actualidad me parece casi una analogía de la prehistoria, ¿que de pronto será que somos una especie inteligente??? no lo suficientemente desarrollada en via de desaparición? muy lejos de fomentar la paz, la cohabitación y equilibro con la naturaleza, nada nos acierta, fabricamos armas para nuestra destrucción y dejamos el egoísmo gobernar, la ambición y la prepotencia destructora.

“Inocentes vibraciones”, Buena vista, Izabal, Guatemala, Centro América.. Fotografía Carlos R. Martinez ©

Se sabe técnicamente qué hacer para limitar el calentamiento global, los mercados pueden proporcionar el capital necesario. El principal obstáculo es político, como también se ve en Canadá con una ruidosa campaña contra el impuesto del carbono y en silencio, el lobby de las petroleras. La Presse.

Nos hacemos ilusiones de creer que estamos a salvo de las tensiones estadounidenses, que superan a Trump y afectan a varios países. Como nuestros vecinos, por acá también se comienza a sentir los primeros signos de una extrema derecha, desinhibida y xenófoba.

En tanto que las democracias flaquean, mientras los partidos de extrema derecha ganan popularidad, al tiempo que la demografía entra en los muchos temas delicados de un planeta que arde y reaviva los debates sobre la inmigración, volvemos a escuchar metáforas que preocupan por el “pánico demográfico”.

Este grave riesgo obliga la reflexión y a las personas lúcidas a movilizarse para preservar la democracia y el respeto a los hechos.

En el pasado Carlos el Temerario, Duque de Borgoña (1467-1477), “comparte estas preocupaciones, No es necesario esperar para emprender ni tener éxito para perseverar. También es, dijo, lo que se llama coraje…

“Me voy o me quedo” previamente a la llegada del invierno, el coraje de alzar su vuelo en el otoño. Vía marítima de rio San Lorenzo, Lachine, Quebec, Canada. Fototransparencia Carlo R. Martinez ©.

Personalmente, me siento un poco desamparado y frustrado en estos debates. Es que han habido otras épocas en la que nuestros líderes, eran más carismáticos, no monigotes, ni algoritmos, ni un problema, ni una solución, ni demagogos, ni una fuente de ingresos, sino ante todo seres humanos completos con el derecho a la dignidad. Pienso a Pepe Mujica, Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, Martin Luther King etc. (infortunadamente a muchos los asesinaron)

Finalmente hay continentes que gritarían; tanto en la Antártica como en el Ártico o en los trópicos que cada día este mundo es más efímero, sus atabales se eclipsan; fragmentos del pasado a la deriva del tiempo, al instante esta belleza natural de paisajes y de bichos, de hielo y selvas son bien creíblemente una tragedia y el mundo seguirá rotado sin mi, ya que no soy indispensable para que el cambie…. Y ciertamente la vida continuara. C.R. Martinez

“Incluso cuando hay algo más, no siempre es fácil de concluir con la esperanza, habrá una continuación? Nos desafía nuevamente, un lienzo en blanco. Sera que las cosas tienen que desaparecer para que otras sucedan.». 🙂

Según el filósofo Frédéric Lenoir, nuestras sociedades se encuentran en un punto de inflexión y deben avanzar más hacia lógicas “típicamente femeninas” (son sus palabras) de colaboración, empatía e interioridad. Por supuesto, la mera presencia de mujeres en una posición de poder no es garantía de felicidad colectiva. Más bien, es el contexto que hace posible el acceso de las mujeres al poder lo que contribuye a la felicidad de una población.

Los árboles mueren de pie”. Images numérica Carlos R. Martinez ©

En el centro de innovadoras políticas, fundamentales a los principios de solidaridad humana de la responsabilidad internacional de las naciones y el respeto a la dignidad…. Donde estan? Entre otros el periodista y escritor Charles Enderlin (escritor, periodista, documentarista francés-israelita) expone que en la actualidad los israelíes están “totalmente preocupados por su propia tragedia sin poder tener empatía por la tragedia de los demás” y que ven en sus pantallas una guerra distinta a la que se nos presenta. “Desde antigüedad los humanos han hecho frente a la adversidad, se necesita sobrevivir, tener un techo, condiciones básicas, así es la vida. También buscar un mejor futuro empuja a la gente a reaccionar y migrar, así ha sido la historia y la trayectoria de la humanidad.

Existen igualmente otros desafíos totalmente predecibles y la falta de sabiduría política para afrontarlos. No solo es la emigración para un futuro mejor o el peligro gris como se presenta en los países nórdicos. En occidente la población está envejeciendo, lo cual tampoco es una gran sorpresa…

No es ninguna ciencia predecir que si la población aumenta, se necesitará infraestructura. No es ninguna ciencia predecir que a medida que las personas envejecemos, se producirá un cambio hacia los servicios que necesitamos.

Entonces qué ? las soluciones no son necesariamente sencillas. Sin duda, los expertos podrían ilustrar a nuestros gobiernos sobre el procedimiento a seguir. Pero primeramente, tendremos que tener cuidado con la amalgama de mezclas y procurar que los cimientos de la casa donde te alojes no se derrumben.

¿“que no es posible ser neutral, sin una posición ante la vida”?….

Que estemos de acuerdo o no, esto no es un detalle ni un capricho. Este es su derecho en virtud de la Carta de Derechos Humanos y Libertades de Quebec.

La buena noticia en este estruendo que anuncia el despertar de la naturaleza es que nunca se había hablado tanto de “La Primavera de los Poetas”, en el alba no ignoramos que “la poesía está en nosotros, que lleva nuestros dolores. Ella está entre la multitud. […] Ella también está en la basura, lo tosco, lo vulgar. En la ira que puntúa nuestras respiraciones”. En definitiva, para los autores, la poesía está donde quieren que esté.. Entonces, nadie sabe de donde ella ha venido “así pues” descubramos las palabras de los poetas. De todos los poetas.

Amanecer en la gratitud”. Vía marítima de rio San Lorenzo, Île des Sœurs, Quebec, Canada. Fotografía Carlos R. Martinez ©

Hoy en día, a estas alturas, mi vida, mi existencia es relativamente tranquila. Aún cuando no es fácil, rememoro al asesinato en Guatemala de Facundo Cabral (1931-2011), me da una inmenza pena y tristeza, reiterar esa apertura maravillosa al mundo “No soy de aquí, no soy de allá! “, al mismo tiempo me siento favorecido y lleno de gratitud, amo Quebec, no temo a los inmigrantes soy uno ellos. Tenemos todo para aprender de los demás.

Quebec es un lugar privilegiado del planeta, en los años 76 al 81 sus ministros de emigración como Jacques Couture (1929-1995) y Gèrald Godin (1938-1994) dejaron inmemorables recuerdos, de su apertura.

Havre-Aubert, Îles-de-la-Madeleine, Québec, Canada. Fotografía Carlos R. Martinez ©

Quebequeses como ellos me ha hecho abrir mi corazón! Además innombrables artistas explican en parte la historia cultural y política de Quebec y me convencen que escuchar sus letras, su bella música es más relevante que una simple balada, ellas me hacen sentir profundamente con gratitud y vinculado; Félix Leclerc(1914-1988), Robert Charlevoix, Richard Desjardins, Karl Tremblay (1976-nov 2023) todos ellos han defendido causas en sus canciones, su poesía y temas explorados trascienden la omnipresencia en diferentes ámbitos del arte (canto, poesía, teatro, novela)

Me sorprende ver a los jóvenes pasar el día frente a sus teléfonos y pantallas. Me preocupa el aumento del populismo y la xenofobia, cortesía de “energúmenos” como Trump o Putin y en Latinoamérica los peluches como el expresidente de Brasil Jair Bolsaro, Javier Milei (alias el Loco), Nicolás Maduro, Daniel Ortega, etc.

Sin embargo personas como Pepe Mujica, me inspiran, él es único en su forma y me déstabilisa por su humanidad, genialidad y generosidad. Todos estos excepcionales seres alumbran una pasión existencial tardía que encienden mi vida y a esta ahora han motivando mi deseo de escribir, probablemente es también el legado visceral de mi madre”.

Mi añorada madre Yolanda Hercilia Colorado, 24/Nov/1943. Foto Ruano, El Salvador, Centro America.

“Me acuesto por la noche y escribo algunas líneas. A la mañana siguiente, con el café, lo primero que me emociona es ir a releer lo que he escrito. »

Así esta mañana “Cuauhtēmallān” (Guatemala) es mi espejismo, siempre me ha excedido e intimidado. Repetidamente me he limitado ante su complejidad, belleza y sentimientos.

Después de más de 50 años viviendo en el extranjero, tengo la impresión que Chapinlandia sobrevive en su instinto colectivo, tratando de atrapar un salvavidas virtual y le pido al universo que Ixmukané no se ahogue.

En un mundo donde constantemente somos inundados por falsas imágenes, cada vez que hay nuevas elecciones en la tierra del Quetzal, lo que impone una cierta humildad son mis deseos para que no sea un naufragio anunciado, dignamente, ella es mi sangre y mi tiempo. Añadiría el honor a la resistencia y la paciencia de sus ciudadanos, en la perseverancia de quienes tejen, aman y cultivan la tierra de perfumados y coloridos paisajes … en la esperanza de los secretos susurrados en el Popol Vuh, en el eco de sus forestas y panoramas, en la conmovedora brevedad de la existencia, en la trascendencia de los lamentos de Chirimías, de música y de nostálgicas cálidas arenillas y notas de Marimba que tumban de su volcanes…. mientras podemos escucharlas”.

@carlrafaelmartinez

« Por aquel camino verde »

No esta no es mi historia, es tan sólo una vuelta por aquella época. Recuerdo en mí niñez, cuando se me enviaba hacer un mandado a la tienda, ante mi demora mi viejita preguntaba: ¿por donde pasaste? y cantando reía, adivino que ; «Por aquel camino verde que va a la Ermita»….

De echo ahora la pregunta toma otra dimension, “tan vieja como el camino verde”, pero ¿cuál era esa nostálgica expresión de remembranzas de antaño que recorre entre el hollín y las brazas, de comales de añejas cocinas, con olor a ocote y tortillas tostadas? Ellas tenían el encanto y la inocencia de las aventuras de Don Polito donde muy consciente de su efecto, quien veíamos posar con su aire cómico de haber visto pasar muchas cosas. Nos distraíamos mucho leyendo sus chistes.

“El camino verde – ” Fotografia transparencia numérica Carlos R. Martinez ©

Ahora bien en el extranjero mis condescendientes nunca sabrán de él y aún menos de dónde venía, su abuela que ahora tendría más de 100 años ya no esta aquí para iluminarlo. “El camino verde debía ser muy viejo”, así solía parecer, él se quedo allí, con la virgencita de la Ermita en su estrecho sendero, cubierto de musgo con su fuente seca bordeada de margaritas y azucenas marchitas, tal vez aún enlazado a un vetusto portal que conduce entre abandonados frondosos encinos que a travez del tiempo fueron tatuados en su corteza de memorables enamorados corazones. Entonces, no olvida que si por alguna casualidad uno de estos árboles al que tatuaron cualquiera de tus ancestros, si tú no lo puedes trepar, al menos pon la mano en el tronco para no olvidar rememorarlo, así se deslizo Quetzalcóat por el antiguo camino que baja al bosque, entre colinas y barrancos donde se encuentra la dulce santidad que escucha el ritual de enamorados en pena.

Volcán de Agua, Carretera # 1 – Fotografia – Carlos R. Martinez ©

“Por aquel camino verde que por el valle se pierde, con mi triste soledad”, esta expresión digna y elegante es una ilustre vejestoria, muy lejos de un repetitivo RAP, no importaba tanto la edad del camino, sino obviamente que él estuviera allí primero, antes de cualquier otra cosa, incluso antes que todos nosotros. De hecho no era lo viejo, él siempre fue el original.

Trazado en el fondo del Valle, fue el verde arrancado al bosque y salpicado sobre la foresta, él que conducía al rincón perdido, aquel más allá del cual no se sabía si había la posibilidad de volver. Así pues, antes de los primeros ingenuos pichones del quetzal, estuvo allí, previamente de la ciudad de los caballeros, antes del primer festin frugal del «Tonatiuh», y del campamento improvisado donde nos refugiamos mientras deforestábamos o donde tal vez levantamos inicialmente nuestras carpas cuando la tierra temblaba. Estuvo allí anteriormente de las primeras champas de la metrópoli, previamente a las plantaciones de café y hortalizas, antes del primer niño nacido en el valle de la Ermita, allí, en el mismo lugar donde entre las orquídeas Miguel A. Asturias escribió Torotumbo es ahí donde nos conducía.

Desembocaba en alguna parte donde la expresión adquirió toda su robusta consistencia y significado: el camino verde que te permitía regresar al lugar de donde viniste o al menos, si tomaste la decisión de no tomarlo prestado, recuerda que venimos de alguna parte. Incluso abandonado sigue ahí, entre el polvo y los chiribiscos, no más allá de los muros de la doze calle y las historias de la LLorona.

Antigua Guatemala, Fotografia – Carlos R. Martinez ©

No en vano, camino viejo que se entrecruza en el corazón de las leyendas. Esperando en las afueras de pueblos y atrios parroquiales, perturbados por el Cadejo quien con sus ojos en lumbre, alumbraba la noche de ávidos sombríos embusteros, caballeros de aventuras, todos aquellos que, sumergiéndose hacia lo desconocido, volverán a remontar el curso del olvido. Luego regresaban a su reino cargados de gloria y misterio, ricos de lucidez: como el verdadero hombre de barro, el Nahual, el autóctono por supuesto, él de los mil milagros, San Simón, quienes lo conocieron tan bien que mal, encontraban habitualmente el camino que conducía a su guarida.

San Simón – Fotografia transparencia numérica – Carlos R. Martinez ©

Por donde un océano de magna, tan viejo como el mundo tiene un significado de simple inmemorial de antigüedad evocando movimientos abstractos de placas tectónicas sobre un valle repleto de volcanes, de paso «tan vejestorio como el camino» , el que me recuerda que venimos de muy lejos.

No es algo que hagamos a menudo. Rara vez se contemplan los caminos físicos y metafóricos que hemos tomado para llegar a donde estamos, mea culpas ocasionales enviadas rápidamente a una breve mirada durante las anémicas lecciones de historia a algunos cañonazos festejando el 15 de septiembre, una celebración o una banal piñata aquí y allá, un escritor angustiado que de vez en cuando se pregunta cómo vamos a llegar a alguna parte si nadie recuerda de dónde venimos.

!El diablo no es siempre como lo pintan! – Fotografía Carlos R. Martinez ©

Lo mismo podría decirse de nuestros caminos interiores, rumbos estrechos y senderos que nos han llevado desde la niñez hasta la edad adulta: ¿cuántos desvíos, cuántos derrapes dentro de cada uno de nosotros? Tantas viejas rutas que conducen a quienes somos, a los lugares donde nos construimos y donde aún en el hielo elegimos plantar nuestras raíces. Rememoro que nadie vendrá a salvarte si no lo haces tú mismo. Lo que te salvará es hacerte cargo de tu capacidad de educarte. Por ello uno de mis mejores salvavidas ha sido siempre el arte y la lectura.

Mis raíces en el hielo – Fotografía Carlos R. Martinez ©

“No me interesa aparentar menos años, tengo 72 aniversarios, lo asumo muy bien, tengo canas, jamás he disimulado mis laureles… Igualmente llega el momento en que el espejo te lo recuerda»

Imágenes que son a la vez simples e inmensas, también le pregunté a el espejo y me confirmó tu también vas para allá, tal vez no tanto como el camino, pero sí un poco, lo siento en el peso de mi mochila, en mi tendencia a reaccionar ante este tipo de reflexiones: «viejos los caminos, envejecer es un poco tabú, salvo en el entorno de los vinos .” Quizás, una semilla de sabiduría que podemos tomar efectiva o elegir meditar sobre ella durante toda una vida. De hecho no hay que dejarnos de intimidar por la audacia de otros caminos, sino inspirarnos en ellos para mejor recorrerlos.

En este animado comienzo del año, sencillamente deseo tomar el tiempo y si posible contagiar a otros, en la espera de la primavera y las bellas palabras, en la memoria de nuestros antepasados, en el silencio y la gratitud para ofrecerte dos gardenias para ti.

Carlos R. Martinez @car1osmartinez

Un lente sin pajas

En retrospectiva de abrirse al dialogo y la comprensión; sabiendo que no podemos adivinar lo que la bola de cristal prevé y con el objetivo de alimentar la reflexión, comparto algunas meditaciones que me han permitido encontrar un cierto aplomo.

«Hoy más que nunca, necesitamos hombres y mujeres que nos expongan pasión, el abrirse a la plenitud de lo desconocido, que nos levanten de tanto vuelo rastrero” Fotografia transparencia numérica – Carlos R. Martinez ©

No faltan bonificaciones para hacer crecer el presente. En las memorias para el olvido el 2023 ha quedado atrás, servirá de abono para los años venideros.

Alegremente, durante los últimos días de 2023 no dudamos en desahogarnos sobre su partida. Cuando los años llegan a su fin reciben una cascarroneada de estupideces, paradoxalement solo los humanos antes de su sepultura tendrán el derecho a un coro de elogios y arreglos florales (en cuanto a los ancianos en vida; se les ignora y aún menos raramente se les ofrece un ramillete), ¡Que bueno que termino, 2023! ¡Ya es hora de que termines! ¡No te extrañaremos! ¡Al carajo con 2023!

Consecuentemente con los diversos en juegos que nos polarizan y porque la complejidad de la actualidad es perturbadora, intentar de entender lo qué sucede, es decir adiós, y a veces hasta olvidando los zapatos, sólo quisiéramos salir corriendo. ¿Sabes que? 2024 no nos traerá nada en absoluto. Ni siquiera una pizca de chipilín. Nada en absoluto se detendrá en 2024, ni una mosca sobre el estiércol.

Chemin Masson, Knowlton, Québec, Canada.
En un orbe de tanta ilusión, de saciedad sin horizontes y perdidos sueños, osemos con firmeza la vuelta esperanzadora de la utopía, para construir un mundo donde sea posible la libertad, la equidad y la aventura del servicio.»
Fotografía B&W – Carlos R. Martinez©

Porque el 2024 no existe. No más que el 2023. O los sesenta “peace and love”. O el año 30. Son marcas creadas por el ser humano para ubicarse en el continuo espacio-tiempo. Los segundos, las horas, las semanas, los meses, los años, todo lo inventamos. Algunas teorías científicas llegan incluso a negar la existencia misma del tiempo y su relatividad. Pero no iremos tan lejos en este nano segmento existencial. Se necesitaría mucho tiempo para comprenderlo y, además, si el tiempo no existe corremos el riesgo de quedarnos en el olvido.

Acrílico sobre tela, 40×48 pouces (101x121cm)
«El volcán que escupe icebergs»
En mi mundo paralelo
mi alma es un utópico paraíso tropical,

en el que la radiante y fría mañana,
el aura profundiza el despiadado viento,
en el trino de las frágiles calandrias,
acobijandas en intrépidos gélidos,

solitarios exiliados para obtener vigor.
Sin explorar su fuente, disfruto de su ardor

al vehemente amanecer acogo tu regalo
y ensalzo al cielo para celebrar la vida.
Carlos R. Martinez©

Digamos, sin lugar a dudas, que 2023 no ha hecho nada malo y que 2024 no hará nada bueno. Y que a pesar de todos los deseos intercambiados de feliz año nuevo durante las últimas semanas, dentro de trescientos cincuenta y tantos días culparemos al año viejo de todos los males del universo y en particular de la Tierra.

Porque nada se resolverá, ni las guerras, ni las enfermedades, ni el calentamiento global, ni la reconstrucción de la limonada o el puerto San José, ni nuestros grandes y pequeños problemas. El responsable de todas nuestras desgracias no es el año, sea el que sea, somos nosotros mismos. Nosotros, a veces como entidades, a veces como individuos.

El mundo llevo mucho tiempo girando sin el hombre:
Acrílico 40×60 pulgadas (101x152cm)
El ARTE no tiene en absoluto que matar ni agredir a nadie para hacerse remarcar. Los artistas son como reporteros que narran lo que ven sus ojos y lo que sienten. Individualmente no tenemos ni los medios, ni aptitudes para cambiar la humanidad, tampoco creo que la pintura que denuncia cambie las inequidades ….. pero el deseo de pintarlo siempre me sorprende. Carlos R. Martinez©

Afortunadamente que tenemos el último mes del año, diciembre y cómodamente le echamos la culpa, toda las pendejadas que terminan el año y poner todas nuestras esperanzas en el año que comienza. De esta manera nos deshacemos de la culpa de haberlo hecho mal y hecho la presión de hacerlo mejor. ¡Me refiero a 2023! ¡Contamos contigo, 2024!

Nadie quiere rendir cuentas. Sin embargo, todos deberemos en algún lugar. Todos tenemos una responsabilidad por los lados malos de 2023. Y todos tendremos una responsabilidad por los lados buenos de 2024. ¡Todos cometemos fallos! También seamos positivos, de todos modos, igualmente tenemos una responsabilidad hacia todos los lados buenos.

Seamos justos también. Admitamos, de entrada, no somos responsables de lo más feliz de este mundo, ni de lo más triste. Vida o muerte, estamos atrapados en el mismo cómal. Somos nosotros quienes desperdiciamos nuestra propia vida, a veces hasta el punto de aniquilarnos.

Por eso el final y el comienzo de un nuevo año, que no son, en el fondo, el final y el comienzo de absolutamente de ninguna rosca más que una convención que nos ayuda a hacer balance de nuestras acciones, deberían servir para examinar nuestra conciencia sobre nuestra contribución a la vida de nuestros seres queridos, los que están lejos y la de nosotros mismos.

Si todos, desde los nuevos gobernantes hasta el ciudadano más común, se hicieran estas preguntas:

– ¿cuál es mi parte de responsabilidad por todo lo que va mal en el mundo y en mi mundo?

– ¿Qué puedo hacer para mejorar las cosas?

– ¿en la punta de nuestro tenedor, de donde viene lo que me llevo a mi boca?.

Todos buenos propósitos para mejorar nuestra vida: comer mejor, dejar de fumar, hacer ejercicio. Aún menos nadie se pregunta qué podremos hacer para mejorar la suerte de los demás. Y después nos sorprende que todo vaya tan mal y si tomamos conciencia que los demás somos nosotros tambien.

Acrílico sobre tela, 30×36 pulgadas (762x914cm)
Sin conexion
Poco importa, la educación, la tecnología y los medios de comunicación, ellos tienen una tremenda influencia en nuestras relaciónes y se han transformado en parte de nuestra vida diaria.
El arte al que me dedico y que inspira mi creatividad está de alguna parte en el mundo de la abstracción. Es un autorretrato de lo que está pasando en mi cabeza y en mi vida interior. Mis pinturas son la emanación de un proceso mental, una experiencia personal, una vida que es mía y una percepción única y agradecida. Con el mismo placer que un niño lanza su avioncillo de papel, alzó al vuelo mi “dron”, picoteo mi teclado, sostengo mis pinceles y mi bolígrafo o apunto mi lente para desbordar mis sentimientos en el horizonte y besar la vida.

Carlos R. Martinez©

Sin embargo, no es necesario para tener tanta fe en la humanidad haber dedicado mucho tiempo a leer los comentarios en las redes sociales; Facebook, Instagram, X o Y, Z, es más fácil responsabilizar al 2023 y creer en el 2024, que responsabilizarnos a nosotros mismos del 2023.

¿Y si fantaseando en ellas fuera la clave para un mundo mejor? Sólo un poco. Para que 2024 sea un mejor año que 2023. Todos hemos estado aislados en nuestra realidad durante miles de años lo que no es una razón para que sigamos en transfusion sanguínea con nuestros celulares. Hablemos entre nosotros sin intermediarios. Ahora somos miles de millones de nosotros los que podemos actuar juntos. Actualmente lo utilizamos para insultarnos, para juzgarnos, para menospreciarnos. Si lo usáramos para ayudarnos unos a otros, animarnos unos a otros, hacernos crecer unos a otros.

Fotografia transparencia numérica – Carlos R. Martinez©

Lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo. ¿verdad? es una hermosa utopía que rápidamente la atrapa la realidad. Ahora bien, por primera vez, tenemos un lugar para compartir esta utopía. Al menos deberíamos intentarlo. ¿Quiénes serán los valientes que lo intentarán primero? Cuantos más haya, más felices seremos. Y 2024 será un buen año de solidaridad.

Fotografia transparencia numérica – Carlos R. Martinez©

No obstante de todas estas inquisiciones sobre el presente, continuo a ser un eterno optimista (algunos dirán, un tonto feliz). Tendería a creer en la opción de un mundo mejor. En la ficción, las cosas siempre van mal antes de mejorar. No sé lo que nos deparará el año 2024, pero si pudiéramos perfeccionar la hibernación, estaría dispuesto a correr el riesgo de dormir hasta el año 2100. Tengo confianza en que el genio humano, en su infinita grandeza, nos habrá hecho darnos cuenta para entonces de que el pensamiento a largo plazo es la mejor manera de construir el futuro.

!Hoy es mi aniversario y a estas alturas (72años bien sonados) es como si tuviera dos alas!

En algún lugar de mi existencia mis realizaciones están habitadas por quienes me han precedido, en otras palabras somos la obra de lo que hemos vivido, soy un poco todos esos lindos seres que me dieron la mano y han guiado mis pasos.

A la edad de 9 años, fotografía tomada e iluminada por mi padre Carlos Martinez Barrios.

«No tengo alas para poder volar, el niño que hay en mí siempre sueña, me divierto con mi dron, mi juguete, con quien sin riesgos levito y disfruto haciendo flotar mi espíritu deleitándome en la creatividad.

Imagen del puente Samuel-de-Champlain, Montreal, Quebec elaborada a partir de foto transparencias, Tomada con un Drone DJI 3 mini Pro, 29 septiembre 2023. Carlos R. Martinez ©.

Precisamente, hacer volar mi mirada me permite apreciar diferentes perspectivas y darle curso a mi imaginación «lo que sería imposible sin ser un pájaro y muy oneroso y arriesgado si me tocase pilotar un avión». Me interesa especialmente el aspecto gráfico del paisaje y la vegetación…. lo que incentiva mi curiosidad y me excede a resguardar la naturaleza.

Imagen de parcelas agrícolas, Sutton, Quebec elaborada a partir de foto transparencias, Tomada con un Drone DJI 3 mini Pro, 6 septiembre 2023. Carlos R. Martinez ©.

No todos los pintores son eclécticos y se sienten cómodos con la abstracción. Ser pintor abstracto, en si mismo es una libertad. Se necesita mucha curiosidad e intentar experimentar otro tipo de habilidades, no se puede improvisar tratando de volar un dron a mas 120 metros de altura sin un mínimo de conocimientos y responsabilidades.

“Encuentrame” ….Abisal, soñar es imaginar, te invito a intentar de divagar con tu propia fantasia en esta imagen. Acrílico 18”x 30” sobre papel lienzo “Canson”. Carlos R. Martinez ©.

«La pintura es susceptible de interpelarnos y hacernos experimentar emociones, reinterpretando el espacio y los colores que interactúan entre sí, dialogando entre abstraciones en tu mente, transponiendo tu presencia en tu obra.»

“Eras de Colapso” fragmento de acrílico sobre lienzo. Carlos R. Martinez ©.
Foto composición con un Drone DJI 3 Mini Pro a partir de una fotografía tomada por mi amigo gran fotógrafo Giuseppe Pascale. http://gpfoto.ca/bridge

Empezando de abajo hacia arriba, la vida despierta. Iniciando por la tierra, hasta el cielo, con las aves volando en tu entorno. Cuando las noticias son particularmente oscuras en el planeta, como lo ha sido últimamente, es hacia el cielo donde busco consuelo. Y puesto que no somos mas que el polvo estelar (Hubert Reeves 1932-2023 ) es allí donde encuentro la luz.

No obstante de todo, con el 72 bien sonados, cada despertar percibo desde mi ventana la mañana que me inunda de gratitud, me encuentro solo y persevero en lo que dadivosamente el alba transformara en mi lienzo.” Fotografía octubre 2021. Carlos R. Martinez ©.

El satélite europeo Gaia reveló al principio del mes de octubre la existencia de 526.587 estrellas nunca antes detectadas en nuestra Vía Láctea. La nave centró sus instrumentos en Omega Centauri, un cúmulo globular. Estas regiones del cielo están tan densas de estrellas que las menos brillantes son eclipsadas por las demás, volviéndose difíciles de rastrear. Los curiosos encontrarán más información en la Agencia Espacial Europea.…. el desafío artístico es pasearte en un mundo imaginario de millones de soles y apreciar lo que percibes, como en un caleidoscopio, levitas entre piedras preciosas, paisajes y pájaros en el silencio de perspectivas sin limites y vistas espectaculares de ensueños.

«El arte nos es dado para que no muramos de la verdad» Nietzsche FotArt Carlos R. Martinez ©.

Exposición en el Estudio Ernest-Cormier en montreal a mediados de octubre 2023,

Los milagros en la travesía …

Así el viento se lleva el verano y deriva en el otoño para seguir canjeando mis ideas. Imágen aérea captada con mi drone DJI 3 pro en Sutton, Quebec, Canada. Imagen digital – Carlma 23 ©. nft©

Efectivamente, los milagros existen para los que creen… trato de trabajar con la belleza que revela la luz, por las mañanas no hay nada mas encantador que ella, así descubro los colores, la naturaleza, el paisaje y frecuentemente vago en la abstracción.

Warming times, transparencias – Carlma 22 ©. nft©

Imaginar y pintar me ha paseado por lugares a los que nunca pense que iría, lugares encantados donde tu ensueño esta solo en tu imaginario.

Composición de imágen aérea captada con mi drone DJI 3 pro en Sutton, Quebec, Canada. Carlma 23 ©. nft©

“Las artes visuales me hacen sentir más animado. Cuando pinto y escribo, me habita la impresión, de beneficiar y prolongar mi vida, de apreciar mejor lo que es mi existencia. Me encanta la fotografía, pintar y escribir lo que me permite darle sentido a todo lo que no lo tiene. El arte es una infinita introspección creativa“.

De igual manera que el verano se nos escapa así también se nos va la vida. Composición de imágene aérea captada con mi drone DJI 3 pro en Sutton, Quebec, Canada. Carlma 23 ©. nft©

Been in actions that conserve natural environmental systems.

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